Durante los últimos 26 años, la iglesia parroquial y la fraternidad de la Inmaculada Concepción del Bronx, Nueva York, han abierto sus puertas todos los días a los necesitados de alimentos. Gracias al generoso apoyo de la comunidad, el ministerio parroquial creó una organización de ayuda llamada Helping Hands. Este comedor social sirve comida a más de 200 personas al día que aumenta a casi 400 personas durante el verano.

La historia de Helping Hands comenzó el Día de Acción de Gracias, el 22 de noviembre de 1994. La idea fue el resultado de la oración y la reflexión del Br. John Salvas, OFM Cap., que quería seguir el valor franciscano de ayudar a los pobres y necesitados. A través de una profunda oración y reflexión, reunió a algunos feligreses y el grupo discernió la mejor manera de servir a los pobres en su comunidad local. Llegaron a la decisión de que los pobres que acudían en busca de comida debían ser atendidos con amor, dignidad y respeto. Después de crear un programa con esta idea en mente, visitaron muchas tiendas del Bronx, rogando a los propietarios de las tiendas locales que donaran lo que pudieran para la comunidad. Consiguieron reunir alimentos suficientes para poner en marcha el programa y sirvieron treinta y siete bocadillos el primer día. Poco después, se distribuyeron folletos anunciando que los almuerzos se servirían los lunes, miércoles y viernes.

Desde entonces, Helping Hands ha crecido hasta atender entre 450 y 480 personas durante la pandemia de COVID-19. Helping Hands ha hecho honor a su nombre proporcionando comidas nutritivas a los hambrientos. Las personas que visitan la cocina proceden de diversos orígenes (afroamericanos, latinos, asiáticos y algunos de países de Oriente Medio). Muchos ancianos acuden a comer, así como niños cuando las escuelas están cerradas por vacaciones. Un número significativo de desempleados y personas sin hogar acuden también regularmente a comer.

Se sirve una comida caliente cinco días a la semana. Se colocan mesas y sillas en la planta baja de la iglesia para ofrecer a nuestros hermanos y hermanas en Cristo un lugar fresco y cómodo para comer. También servimos una segunda ración a quienes desean llevarse la comida. Para los que no pueden salir de casa, nuestros voluntarios donan generosamente su tiempo y sus esfuerzos para ir directamente hasta ellos y entregarles los alimentos básicos en persona. El tercer sábado de cada mes, se entregan alimentos en bolsas entre 300 y 350 hogares necesitados de ayuda. Durante las fiestas especiales, como Acción de Gracias y Navidad, Helping Hands trabaja para proporcionar cenas especiales y regalos de Navidad a los pobres, para que también puedan recibir un poco más durante estas temporadas. A través de este ministerio, los pobres pueden venir a comer, usar los baños y disfrutar de una comida en un entorno seguro.

El ministerio funciona en el sótano de la parroquia y depende en gran medida de las donaciones de alimentos de diversas organizaciones. Cuenta con voluntarios que ayudan a cocinar, servir, y limpiar. Debido al crecimiento de Helping Hands, muchas más personas generosas se han ofrecido a ayudar en este ministerio. En la actualidad, se sirven entre 48,000 y 50,000 comidas al año. Este asombroso impacto sólo es posible gracias a la generosidad de las parroquias, las organizaciones parroquiales y varias agencias de alimentos. Estas organizaciones ayudan a servir a los hambrientos como Jesús quería que lo hiciéramos.

El Espíritu Santo ha inspirado a muchos a servir como Directores de Helping Hands a través de los años, incluyendo al Fray John Salvas OFM Cap., Magdalena García, el Fray Robert Williams OFM Cap., la Hna. Shyne Mathai OBT, el Fray Basant, OFM Cap., Paula L. Gillisslee y el Fray Udayameena (Meena), OFM Cap.

Si usted se siente inspirado a tomar parte en este alcance a los pobres, por favor póngase en contacto con [email protected]. En nombre de la parroquia y de nuestra comunidad franciscana capuchina local, les agradecemos humildemente su apoyo y generosidad para hacer posible este ministerio.